Wuilliams Vielma
Son las 4:30am, me despierto junto a mi compañero esperando y preparándome para comenzar un largo día de trabajo. Mi dueño, llega al garaje y también se prepara para un largo día de trabajo; revisa que todo esté bien y como es lunes, primer día de la semana, nos da una limpieza a todos antes de salir.
Son las 4:30am, me despierto junto a mi compañero esperando y preparándome para comenzar un largo día de trabajo. Mi dueño, llega al garaje y también se prepara para un largo día de trabajo; revisa que todo esté bien y como es lunes, primer día de la semana, nos da una limpieza a todos antes de salir.

Después de algunas paradas se baja el niño con su madre, en ese momento pensé ¡Qué bien por fin se bajó! , no me preocupo más. Luego se sentó un estudiante risueño, solitario y casi dormido, miraba la ventana y por un momento jugué a adivinar sus pensamientos. Seguro estaba enamorado, tal vez intentaba recordar a esa chica, o quizás simplemente tenía sueño; después de un rato se bajó normalmente.
El tiempo fue pasando y varias personas se seguían parando y sentando sobre mí; fue transcurriendo el día, llegaron las horas de la tarde y mi rutina seguía. Descansaba poco, uno que otro viaje que el bus se vaciaba. Disfrutaba esos momentos, aunque siempre llegaba otra persona y se sentaba.
Así dieron las 8:30pm, estaba feliz porque se acababa mi trabajo. ¡Listo! Por fin mi dueño se mete en el estacionamiento; está tan cansado como yo. Solo me queda descansar y esperar mi siguiente día de trabajo.
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